La Universitat de València se despertó llena de pintadas nazis el pasado miércoles. Nada que no hubiera pasado ya anteriormente, más aún cuando está a pocos metros del estadio Mestalla, una zona habitual de los ultras, que a menudo se divierten decorando las paredes de las facultades con toda clase de simbología fascista y amenazas. Esta vez, las pintadas estuvieron motivadas por el acto que tendría lugar por la tarde en la Facultad de Geografía e Historia, organizado por el sindicato de estudiantes AContracorrent, en el que estaban anunciados los diputados Josep Nuet, de Catalunya en Comú, y Anna Gabriel, de la CUP, y el periodista valenciano David Segarra.
“Tiro a Ana Gabriel”, “Ana Gabriel eres una puta”, “Muerte al traidor”, “Sieg Heil”, “CUP jamás bienvenidos”, “Fuera CUP” y “Viva España”. Todas estas pintadas alrededor del lugar del acto fueron reproducidas por varios medios de comunicación, atentos a la escalada de tensión entre el Estado y los que defienden el derecho a decidir de Cataluña. Todos los medios explicaron que las pintadas contra Gabriel eran la bienvenida que daba la extrema derecha a la charla de por la tarde. Las muestras de solidaridad llegaron de todas partes, algunas más tibias que otras, pero se habló del acto previsto. A priori. De lo que pasó después, del acto en sí, hoy, un día después, ni una palabra. Y no porque no hubiese prensa. Ni porque fuera un fracaso. Todo lo contrario.
Quien conoce un poco Valencia ciudad sabe que las acciones de la extrema derecha contra la izquierda y contra el independentismo son más que habituales, y han disfrutado de una impunidad sospechosa durante décadas desde la Transición. La conocida Batalla de València, que alargó y secuestró la transición valenciana más aún, se conoce poco fuera del País Valenciano, pero es uno de los ejemplos más evidentes de la virulencia y la impunidad de la extrema derecha en España, con la característica casi única de la catalanofobia. Sus víctimas han sido desde intelectuales considerados catalanistas, como partidos políticos, organizaciones, librerías, centros sociales, artistas, individuos e incluso las Universidades. Todos los que forman parte del supuesto plan imperialista catalán encarnado por los “traidores” valencianos que lo son solo por aceptar la unidad de la lengua catalana, esto es, que valencianos, catalanes y baleares hablamos el mismo idioma, un hecho sin ningún tipo de discusión filológica.
Da igual que esto no signifique una defensa de los Países Catalanes (la reivindicación de la unidad política de estos territorios),ni siquiera la independencia. Reconocer la unidad de la lengua ya te ha convertido en catalanista en Valencia. Y a excepción de quienes señalan, el resto son todos catalanistas manipulados o vendidos al oro catalán. Esta persecución y acoso ha continuado hasta hoy en día, aunque la violencia ha disminuido considerablemente desde hace escasos cinco años hasta ahora. Es importante explicar esto porque sino no entenderemos la importancia y la excepcionalidad del acto de ayer y el silencio mediático al respecto.
Con los antecedentes expuestos, las pintadas provocaron un llamamiento a defender un acto que, lejos de ser un mitin del independentismo, pretendía dar voz a dos posiciones distintas respecto al proceso catalán, enmarcadas dentro del derecho a decidir que defendían ambos oradores, tanto Gabriel como Nuet. El sindicato que organizó el acto, AContracorrent, no es independentista. Está ligado a organizaciones de izquierdas, sí, pero el voto nacionalista en las universidades históricamente se ha dirigido hacia el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC) y el Bloc d’Estudiants Agermanats (BEA).
El hecho de que fuese AContracorrent quien organizó el acto era cuando menos una apuesta por el diálogo y por las ganas de escuchar las diferentes izquierdas que defienden el referéndum catalán. Y es que la Universidad y los estudiantes que la llenan quieren saber, escuchar y aprender. Parece lógico, pero hoy en día puede ser incluso objeto de amenazas y de denuncia, como es este caso. Aun así, a pesar de ello, la sala se llenó una hora antes del acto, y cerca de 200 personas se quedaron sin poder acceder por el aforo limitado. Entre el público había mayoritariamente estudiantes, pero también algunos profesores, diputados valencianos de distintos partidos, activistas sociales y grupos feministas que querían mostrar su apoyo a Anna Gabriel ante las amenazas recibidas.
Por otra parte, numerosas personas habían acudido solo para proteger el acto, sabiendo que no entrarían, pero permaneciendo en las puertas para evitar cualquier intento de agresión o boicot de la extrema derecha, como advertían las pintadas aparecidas por la mañana. Pero allí no vino nadie que no fuese a escuchar respetuosamente la charla. No aparecieron los grupos neonazis que hace 10 años se presentaban en cada acto tachado de catalanista, como lo hicieron reiteradas veces en la Universidad, pero también, incluso, en presentaciones de libros o en un concierto de Raimon en el Teatro Olympia. La charla de ayer se desarrolló con absoluta normalidad, y la sala estaba llena de periodistas que fueron testigos. Hoy, sin embargo, la mayoría de los medios presentes no explica nada de esto.
David Segarra, el periodista valenciano que compartía mesa con los diputados catalanes, trató de explicarlo in situ, consciente de la importancia de lo que se vivió ayer en Valencia: “Hemos derrotado al fascismo”. La sala estalló en aplausos. Entre el público, en segunda fila, estaba el padre de Guillem Agulló, militante independentista y antifascista asesinado en 1993 por un grupo neonazi. La sala gritó “Guillem Agulló, ni olvido ni perdón”, un grito vigente todavía casi 25 años después del crimen, un icono de la memoria colectiva de los valencianos conscientes del sangriento y constante embate de la extrema derecha en el País Valenciano. Efectivamente, si la extrema derecha tenía previsto hacer acto de presencia, no lo hizo, posiblemente al ver la gran cantidad de gente que desde una hora antes se había concentrado en las puertas de la Facultad.
La prensa ha silenciado todo esto, incluso el acto, en un contexto donde cualquier anécdota referida al proceso catalán se repite en todos los medios, más aún cuando es fuera de Cataluña. La noticia de ayer fue, en cambio, el acto que intentó hacer la CUP por la mañana en el centro de Valencia, que no estaba anunciado, por lo que no se convocó más que a la prensa, y que tan solo preveía la presencia de las diputadas Anna Gabriel y Mireia Vehí, acompañadas por representantes de la izquierda independentista de Valencia. Así, la noticia del diario más vendido en Valencia, el Levante-EMV, es “La CUP reduce su acto soberanista en Valencia por la presión policial“, refiriéndose a la lectura del manifiesto de la mañana, que terminó con la identificación de los presentes por parte de la Policía Nacional. Un acto que no fue anunciado ni que esperaba “ampliarse” de ninguna manera. Era un acto simbólico sin convocar a nadie más que la prensa.
El artículo habla también de las pintadas y resume en una frase el evento de la tarde, sin contar que la sala estaba llena y que 200 personas se quedaron en la puerta: “Por la tarde, la diputada Gabriel participó en un acto en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Valencia”. Y ya está. Eso sí, dedica toda una página a la denuncia de un abogado y exlíder de la extrema derecha anticatalanista contra Gabriel, Nuet, AContracorrent y la Universidad por el acto.
Tampoco El País hace mención del acto de la tarde más allá de reproducir unas declaraciones de Anna Gabriel captadas por varios medios antes del debate en la Universidad. Con el titular “La CUP organiza actos de apoyo al referéndum en los Países Catalanes“, remarca el acto de la mañana y hace referencia a las pintadas nazis. Nada más. Por otra parte, ni Público, ni La Vanguardia, ni eldiario.es, que habían informado a primera hora de las pintadas nazis, han hecho ninguna referencia al acto.
El ABC, en cambio, sí que hace crónica de la charla, y dedica una noticia entera titulada “Un acto de la CUP en Valencia se reivindica como lucha contra el fascismo“, destacando las palabras anteriormente mencionadas del periodista valenciano David Segarra. La información explica que la sala estaba llena y que casi un centenar de personas se quedó fuera. También El Mundo, bajo el título “La CUP traslada a Valencia su mensaje independentista“, cuenta que “la Facultad de Historia presenta un importante lleno 40 minutos antes de empezar. El ambiente tenso durante toda la jornada con mensajes alertando de posibles altercados acabaron provocando un efecto llamada que colgó el cartel de aforo completo”. El recién estrenado periódico El Salto y el digital catalán Vilaweb también se hacen eco del acto y del simbolismo de haber llenado la sala ante las amenazas. “Acto multitudinario en Valencia sobre el referéndum“, titula Vilaweb. El Salto, por su parte, titula la noticia “Las amenazas fascistas no impiden los debates sobre el referéndum en València”. También El Temps, ha publicado la crónica “Odio fascista en València contra la CUP”. Ningún otro medio, ni valenciano, ni catalán ni español, explica nada más.
El silencio general en los medios respecto a este evento en Valencia, por la importancia simbólica que tiene, no es inocente. No hubo incidentes, como muchos medios que vinieron esperaban, y como venía siendo habitual desde la Transición. Más aún en el contexto actual, con el foco mediático en el proceso, y con las pintadas nazis que amenazaban a Anna Gabriel. El acto se pudo desarrollar tranquilamente, no pasó absolutamente nada más que un interesantísimo debate y una enorme solidaridad que desbordó todas las previsiones, y que muy posiblemente disuadió a los grupos de extrema derecha de hacer acto de presencia. Esta es, en mi opinión, la verdadera noticia, la sensación que muchos valencianos tuvieron ayer simultáneamente. Quizás se borra el contexto, inocente o conscientemente, porque no se ha sufrido así, o porque se sabe que es una victoria frente a la censura y la coacción del fascismo que hay que minimizar.
Por eso he considerado que debía escribir algo al respecto. Y sobre algo tan sencillo como un debate. En una Universidad, refugio de la razón y del aprendizaje. Donde debía ser. Y más aún si cabe, simbólicamente, se hizo en la sala que lleva el nombre del maestro de Sueca, Joan Fuster. Uno de los personajes más atacados y odiados por la extrema derecha, la misma extrema derecha que ayer trató una vez más de silenciar y atemorizar a los disidentes, y de impedir a los valencianos escuchar, debatir y aprender. Pero no lo consiguieron. Evidentemente, ayer fue una batalla ganada al fascismo.
Lutz Bachmann, al centro, fundador del movimiento xenofóbico y antiislámico germano Europeos Patrióticos Contra la Islamización de Occidente, Pegida, tiene sus ojos cubiertos como si estuvieran pixelados por los medios al arribo de su juicio por cargos de discurso de odio, el 19 de abril de 2016, en Dresden, al este de Alemania. Robert Michael/Agence France-Presse – Getty Images
VALENCIA, España — En mayo media Europa contenía la respiración ante la segunda vuelta de las elecciones francesas, temiendo una posible victoria de la ultraderechista Marine Le Pen. Aunque venció Emmanuel Macron, más de diez millones de franceses votaron por el Frente Nacional, que obtuvo los mejores resultados de su partido desde su fundación. Resulta atrevido afirmar que se venció a la ultraderecha. Los partidos de esta ideología han conseguido disputar presidencias y ocupar numerosos escaños en la mayoría de países europeos.
Las razones de este giro hacia el populismo xenófobo son ampliamente debatidas y analizadas, pero pocas veces se presta atención a quienes desde abajo vienen armando todo lo imprescindible para que todo esto sea posible.
Mientras la crisis económica continúa, las nuevas ultraderechas usan lo que denominan el “sentido común” para justificar sus soluciones simples a problemas complejos. Conectan con aquellos que se sienten abandonados por las instituciones y amenazados por la globalización.
La crisis económica y la torpeza de las izquierdas y las derechas históricas, que a menudo han legitimado los postulados del Frente Nacional introduciéndolos en la agenda política, no ha hecho más que allanar el terreno para que vuelvan estos discursos del miedo. Ellos son ahora los que se llaman antisistema.
La extrema derecha entendió que ni las referencias nostálgicas a regímenes pasados ni determinadas estéticas resultaban ya rentables. Era necesaria una renovación de la imagen y de la retórica, y aquello que ya sugirió la Nouvelle Droite francesa en los años setenta, está dando hoy sus frutos. Esto es, arrebatarle la hegemonía a la izquierda, ganar la batalla cultural primero para asaltar la política después. Aquella ultraderecha leyó a Antonio Gramsci y trató de aplicarlo para su causa. Aunque ha tomado décadas y ha habido otros factores, hay mucho más que partidos y líderes mediáticos detrás de todos estos éxitos.
Los activistas del fascismo del siglo XXI se llaman Identitarios y rechazan ser catalogados como extrema derecha. Sus símbolos han sido renovados: no llevan esvásticas ni cabezas rapadas. Rechazan igualmente el comunismo y el capitalismo, el eje izquierda-derecha, y se hacen llamar social-patriotas. Afirman que adoran más que nadie la rica diversidad étnica y cultural del mundo. Reivindican el etnopluralismo, esto es, no considerar ninguna raza o cultura superior a otra, sino apreciar la diversidad y tratar de conservarla evitando que se mezclen, es decir, evitando la inmigración, el multiculturalismo y el mestizaje. Los identitarios italianos incluso han realizado viajes a zonas de conflicto para entregar ayuda humanitaria. Porque si en sus países están bien, no vendrán a buscar fortuna a los nuestros.
Fue la organización Casa Pound (en honor al poeta norteamericano Ezra Pound) en Italia en 2002 la que empezó a ocupar edificios abandonados para dar cobijo y alimentos a familias italianas desfavorecidas, acusando al Estado de preocuparse más por los inmigrantes que por los nacionales. Le siguió el partido neonazi griego Amanecer Dorado, repartiendo comida a familias griegas cuando la crisis estaba en su peor momento y ahogaba al país en la miseria.
En Francia, la organización Generación Identitaria lanzó meses atrás la campaña de microfinanciación colectiva Defend Europe para fletar un barco que impida a las ONG rescatar refugiados en el Mediterráneo. Han conseguido recaudar más de 80.000 euros para su nave de unos 40 metros, el C-Star, que ya navega y atracará en varios puertos europeos para recoger más activistas que se quieran unir a la hazaña. Quieren rescatar a los inmigrantes, pero para llevarlos de vuelta a las costas africanas desde donde zarparon.
La propaganda de este grupo neofascista ha llegado hasta Canadá y Estados Unidos: la periodista y activista ultraderechista canadiense Lauren Southern se embarcó con los identitarios franceses en la misión contra el Aquarius en Sicilia. También Steve Bannon entrevistó hace poco al líder de esta organización y en 2015 Richard Spencer y su Instituto de Política Nacional organizaron un concurso de ensayos “Why I’m An Identitarian”.
Aunque públicamente no pidan votar por Marine Le Pen, sus acciones han ayudado sin ninguna duda a reforzar el mensaje del miedo que ha capitalizado el Frente Nacional. Sobre todo entre la juventud.
Piden prácticamente lo mismo: acabar con la inmigración y desterrar al islam de Occidente. Salir de la Unión Europea y de cualquier organismo supranacional que imponga leyes que puedan ser contrarias a los intereses nacionales. Y acabar con la clase política que ha dirigido el país durante décadas vendiéndolo al mejor postor y desvirtuando su identidad acogiendo a miles de extranjeros inadaptables.
En España, sin embargo, no existe un partido ultraderechista capaz siquiera de conseguir un solo escaño en el parlamento, pero las ideas que defienden estos partidos existen igual que en otros países. Los partidos de extrema derecha españoles llevan años divididos y enfrentados, incapaces de superar sus diferencias y de elaborar un discurso atractivo para el votante.
Y el paisaje político español es relativamente diferente al de sus vecinos. Desde los años ochenta, el Partido Popular ha sido capaz de recoger el voto desde el centro hasta la derecha radical. La resaca de la dictadura franquista persiste y la ultraderecha no ha sabido desligarse del todo de este pasado poco atractivo para las nuevas generaciones. La crisis económica pudo ser una oportunidad para articular un nuevo movimiento populista ultraderechista, pero el descontento fue capitalizado entonces por movimientos populares como el de los Indignados, y poco después por el partido Podemos. Ambos impusieron su propio marco de referencia sin alusiones xenófobas, demostrando que se podía canalizar la indignación popular sin azuzar el odio al extranjero.
Es, sin embargo, el Hogar Social Madrid el que abandera el movimiento identitario en España y que ha recibido una enorme y amable atención por parte de los medios de comunicación. Bajo las siglas de HSM se han ocupado ya seis edificios abandonados en la capital de España, donde se alojan familias españolas sin recursos y donde se entregan alimentos.
En prácticamente todos los países, las llamadas fake news (noticias falsas) –muchas de indudable intencionalidad xenófoba– han dado un formidable impulso a las ideas de la nueva ultraderecha, que se expanden sin control a través de las redes sociales y a una amplia red de medios. Y es que la gran victoria de la ultraderecha es haberse convertido en una opción democrática más mientras el proyecto europeo se desintegra y Occidente pierde poco a poco su hegemonía en un mundo cada vez más multipolar.
El peligro que entrañan los nuevos grupos identitarios, más allá de su discurso de odio, es que se obvia su matriz neonazi y se acepta su aparente pátina democrática. Sobre todo cuando los índices de violencia ultraderechista aumentan en Europa a un ritmo alarmante. Solo en 2016, Alemania registró 3500 ataques contra refugiados.
Normalizar sus discursos es renunciar a la propia democracia, a los valores y a los derechos que aseguran la convivencia. El terrorismo yihadista y la islamofobia se retroalimentan, como las sociedades cada vez más cerradas en sí mismas alimentan el desconocimiento y las sospechas entre sus ciudadanos. Menospreciar este nuevo fascismo ahora nos pasará factura a largo plazo.
Los ciudadanos debemos exigir más que simples consignas a corto plazo en vez de delegar en los políticos toda responsabilidad. Recordar que somos sujetos activos y recuperar el activismo social y cultural para evitar que la nueva contracultura y lo alternativo sea hoy ser nacionalista y xenófobo. Debemos también reocupar los espacios que poco a poco se fueron abandonando y que hoy son coto de los ultraderechistas. Neutralizar los discursos del odio con datos que los desmonten y campañas que los empequeñezcan.
Y es responsabilidad de todos advertir sobre estas brechas por donde se cuelan estos mensajes y volverlas a sellar como debimos haber hecho hace 70 años. De lo contrario, solo hace falta echar la vista atrás para ver cómo el discurso de odio es tan solo el principio de algo mucho peor.
(Publicat a Full Quatre el 13 d’abril de 2012) Miquel Ramos.
El passat mes de febrer, un llaurador de Riba-Roja de 56 anys que s’havia quedat en l’atur es va llevar la vida immolant-se al seu garaig. La notícia ocupava poc espai a la secció de successos dels principals periòdics, no com el cas de Dimitris, el pensionista grec que es disparà a les portes del Parlament i culpà el Govern de la seua ruïna i de la del país sencer. Les protestes d’aquell dia a Atenes si que van eixir als mitjans. Riba-Roja està ací mateix, però ningú es va manifestar per la mort del llaurador, de qui ni tan sols sabem el nom.
Durant la darrera Vaga General a Barcelona, l’Angelo perdia un ull per l’impacte d’una bala de goma disparada pels Mossos d’Esquadra. Era la cinquena persona que patia aquesta lesió en 4 anys a Catalunya per aquest motiu. Poques setmanes abans, Mohamed era detingut a Guadalajara per no tenir papers. Va eixir de comissaria per ingressar a l’hospital en estat de coma. Va despertar, però amb una tetraplègia.
A Mohamed no l’hem vist a la televisió. Segons la policia, es va autolesionar per evitar la seua expulsió. Ell assegura que fou apallisat brutalment dins de comissaria. L’Angelo només apareix en alguns mitjans catalans. En canvi, les imatges dels contenidors cremats durant la vaga a Barcelona, o d’una pila de papers encessos ardent a les portes de la Borsa de Barcelona van ocupar els primers segons de tots els telediaris i les portades de la premsa internacional.
Alguna cosa no va bé quan un contenidor preocupa i ocupa més als mitjans que una persona. Aquesta defenestrada aldea global, cada vegada més ferida de mort pels qui no responen a cap altra llei que la del mercat, te des de fa temps, greus símptomes que apunten a una terrible patologia que tertulians de grans mitjans s’empenyen en tractar com si fos passatgera, sense plantejar-se que hi ha alternatives a aquest model econòmic i polític embotit d’analgèsics i drogues vàries per fer-lo funcionar des dels seus inicis.
Sembla doncs que no hi ha alternativa. Hem d’acceptar les retallades i a més no hem de protestar massa alt, no siga que donem una mala imatge i el món es pense que a l’Estat espanyol regna el caos i sigam intervinguts com ho ha sigut ja Grècia. Qüestió d’imatge, bàsicament. Mentre, els mitjans ens mostren Grècia, Itàlia, Espanya… tots embarcats en una pastera a la deriva que necessita desfer-se d’alguna cosa per no enfonsar-se. Llencen les medicines i els llibres, però guarden les joies, les corones i les armes. I poca cosa sabem de com naveguen altres naus que fa temps que canviaren el casc i que decidiren no deixar-se emportar pel vent d’Occident i prendre el timó remant ells mateixos.
És l’Amèrica Llatina i Islàndia, dels qui no sabem gaire res més que com són de pintorescos els seus líders i les seues lleis. El recent anunci del Ministre de l’Interior d’endurir encara més el Codi Penal de cara a futures protestes és tot un avís pel què està per vindre. Les consecutives mesures d’estalvi que està portant a terme el Govern, raquititzant els serveis públics per rebre la benedicció dels mercats, penetraran amb la vaselina legislativa corresponent que penalitza qualsevol dissidència pública.
La restricció de llibertats per motius de seguretat i d’ordre públic és un perillós senyal de la deriva que està prenent la tísica democràcia sotmesa al neoliberalisme, on la la voluntat popular acaba on comencen les ordres d’òrgans tan poc democràtics com l’FMI, el Banc Mundial i els mercats. I perquè aquesta maquinària funcione, hi calen moltes complicitats, en forma de silenci, resignació o dogma. Cal, per exemple, que mitjans com El Periódico mostre en portada el dia següent d’aquest terrible anunci la foto de dos llangardaixos copul·lant i relegue a un segón plànol la nova mesura repressiva que vindrà, anunciada el mateix dia que fornicaven els animalets.
És un gran exemple d’allò que immortalitzà Giuseppe Tomasi a El Gatopardo: canviar-ho tot perquè res canvie. I en això estem. Menys serveis públics i més control social, i tot tornarà a ser com abans. Els discursos de la majoria dels polítics no van més enllà de l’esforç necessari i el cal apanyar això, sense posar en dubte que el sistema, ben retractat al documental The Corporation (2003)a través d’un anàlisi psicològic de les multinacionals, és totalment psicòpata: no coneix l’empatia; menteix en benefici propi; no te cap sentiment de culpa i no acata normes socials ni límits legals.
I perquè tot continue igual, cal que els periodistes seguisquen prestant atenció als contenidors, als llangardaixos que copul·len i a les declaracions dels futbolistes. No siga que se’ns ocurrisca pensar més del compte i recordar el llaurador valencià, l’Angelo o en Mohamed.
Dies després de tornar de l’Equador, on lamentablement només vaig poder estar sis dies, arribava la notícia de la decisió del periodista australià Julian Assange, fundador de Wikileaks, de refugiar a l’ambaixada equatoriana a Londres per evitar ser extradit a Suècia, i d’allà als Estats Units, principal víctima de la veritat que Wikileaks ha tret a la llum amb desenes de milers de cables diplomàtics i d’informacions classificades que deixen en evidència l’arrogant actitud nord-americana cap a la resta del món, i la constant vulneració dels drets humans que comet aquesta poderosa potència mundial amb el vistiplau i la complicitat de gran nombre d’estats occidentals.
Cap periodista hauria de posar en dubte el valor informatiu de les informacions publicades per Wikileaks. La tasca del periodista consisteix bàsicament en això, a investigar i fer públiques informacions que ajuden els ciutadans a entendre el món, a conèixer el que passa al seu voltant, i sobretot, i en aquest cas, a explicar el que un govern fa al seu nom i amb els seus diners, més encara quan el govern ho oculta o menteix.
És per això que la ja habitual ignominiosa política exterior nord-americana, tot i haver-se denunciat milers de vegades durant dècades per la seva connivència amb dictadures feixistes, cops d’estat, assassinats massius, tortures, conspiracions diverses, experiments amb éssers humans i barrabassades diverses, no mereix compassió ni pudor periodístic a l’hora de publicar els secrets dels seus clavegueres. Tot el contrari, el que realment és vergonyós és que mai hagi pagat, ni tan sols demanat disculpes per tot el que ha fet.
I no parlo del poble nord-americà i de la resta de ciutadans dels països servils, víctimes també dels seus governants, sinó dels responsables d’aquesta enginyeria política, interior i exterior, que posa en risc cada dia i en cada racó del planeta la democràcia, els drets humans i la convivència pacífica entre pobles.
Amb els recents antecedents de l’agressió contra l’Iraq, un país desfet per una guerra impulsada per l’administració Bush i patrocinada per les empreses lligades als seus mantenidors, motius no ens falten per posar en dubte tota versió oficial.
El brillant periodista australià John Pilger, premiat en internacionalment en nombroses ocasions i autor de genials reportatges de guerra i documentals sobre política internacional, ens va regalar un valuós documental sobre el paper de la premsa en la guerra. Un gran treball on entrevista periodistes occidentals que no van dubtar en cap moment de la versió oficial sobre les raons d’atacar l’Iraq i l’Afganistan.
Un dels casos descoberts per Wikileaks que impliquen l’anterior govern espanyol de Zapatero va ser la connivència de l’executiu del PSOE amb l’ambaixada nord-americana per forçar la Fiscalia arxiva el cas del càmera José Couso, assassinat per soldats dels Estats Units a Bagdad.
El diari El País, que va ser un dels primers mitjans que va accedir als cables de Wikileaks, publicava abundant informació sobre el cas, on es descobria la complicitat de ministres i fiscals espanyols que van tractar d’evitar els processos pel cas Couso i per les tortures a Guantánamo, també denunciades a l’Audiència Nacional. Aquí podeu trobar el recull d’aquestes informacions:
Assange per tant, no és cap heroi, sinó un periodista de veritat, activista si voleu també, doncs un professional de la informació que busca evitar que la mentida es convertisca en la versió única i oficial i que les violacions de drets humans queden impunes, és per a mi un bon periodista. Aquell que no es deixa intimidar, en aquest cas, pel govern més poderós del planeta i els seus aliats. Precisament va ser el Regne Unit qui anys enrere va acollir el dictador i genocida xilè Augusto Pinochet, bon amic de l’ex presidenta Margaret Tatcher, i que va ser protegit pel govern anglès per evitar que fos extradit.
Evidentment, no tots els periodistes pensen igual. La criminalització d’Assange comença a ser ja habitual en els mitjans occidentals, més encara quan està sent protegit per una república llatinoamericana amb un govern d’esquerres com Equador. Així, ara hi ha dos blancs on apuntar: l’agosarat periodista i l’insubmís govern d’un país que no vol ser mai més colònia.
Un dels principals arguments per defenestrar al govern equatorià és la suposada falta de llibertat d’expressió. De nou, el reiterat mite de la llibertat de premsa als països d’Amèrica Llatina governats per les esquerres, on la gran majoria de mitjans són privats, en mans de grans empreses amb interessos diversos més enllà de la informació, i en el cas de Equador, representen prop del 86%.
El que no expliquen els que acusen Equador de restringir la llibertat d’expressió és el cas concret pel qual s’erigeix aquesta falsa acusació: la denúncia per injúries i calúmnies del president Rafael Correa contra El Universo, un dels diaris més poderosos del país, contrari al govern i propietat de grans grups empresarials i financers gens favorables a les polítiques progressistes del govern.
El diari acusava Corretja de greus delictes sense provar, un fet que en qualsevol país democràtic també estan sancionats. Sembla que a Amèrica Llatina la llibertat de premsa passa, segons alguns, per deixar impunes delictes que ací serien perseguits.
Julian Assange va entrevistar al president equatorià Rafael Correa mesos enrere per la cadena de televisió Russia Today, on va respondre diverses qüestions relacionades amb la política exterior nord-americana i altres aspectes de la política interior equatoriana: Assange y Correa, la esperada entrevista en RT – RT.
També la popular periodista de TVE actualment apartada pel nou govern del PP, Ana Pastor, va tenir ocasió el passat mes de març d’entrevistar Correa. Durant la conversa, el president de l’Equador planteja importants qüestions sobre els mitjans de comunicació i la llibertat de premsa:
El cas pel qual acusen Correa d’atacar la llibertat d’expressió va ser el següent: Emilio Palacio, cap d’edició de la secció d’opinió del diari El Universo, va acusar en un article Rafael Correa d’haver ordenat les forces especials disparar a discreció contra els policies amotinats a l’Hospital de la Policia de Quito, on aquests retenien el President contra la seua voluntat el 30 de setembre de 2010. Entre els morts i els ferits hi va haver militars que tractaven de rescatar Correa i dos manifestants partidaris del president.
Diversos vídeos demostren com els trets ja van començar hores abans del rescat, efectuats per la policia rebel que havia segrestat al president, contra els manifestants que s’acostaven per condemnar el segrest del mandatari. Palau va acusar Correa de delictes de lesa humanitat per aquesta suposada ordre de disparar sense aportar cap prova, reiterant fins i tot un any després davant mitjans internacionals.
Finalment, Correa va ser rescatat per les Forces Especials, però el seu cotxe, així com la seua habitació de l’hospital on va ser reclòs, van ser tirotejats pels agents amotinats. Els mitjans de comunicació de l’oposició, que són la gran majoria, justificaven l’intent del cop d’estat i reproduïen la versió d’Emilio Palacio. Tres responsables dels policies amotinats serien jutjats pels incidents, però el tribunal va acabar absolent els mateixos. El documental ‘Ecuador: Una Conspiración Permanente’, de la cadena llatinoamericana TeleSur, explica detalladament la història. Ací us deixe el tràiler:
La justícia equatoriana, igual que va absoldre els responsables policials del cop, condemnaria més endavant Emilio Palacio per injúries i calúmnies. Tot i això, el president Correa va decidir perdonar l’ofensa i renunciar a la indemnització que hauria de rebre segons el tribunal, argumentant que només volia deixar en evidència les males pràctiques periodístiques dels que l’acusaven de greus delictes sense aportar proves.
Llavors Palau va marxar a viure a Miami, des d’on segueix la seva campanya difamatòria contra el govern.La fundació CEPS escriure un informe sobre això molt interessant: Informe El caso “El Universo” (Fundación CEPS).
Un cas semblant es va donar durant l’intent de cop d’estat contra Hugo Chávez a Veneçuela el 2004, particularment al voltant dels successos de Puente Llaguno, on antichavistes van disparar els partidaris del president que es manifestaven contra el assonada. El cas va ser presentat per contra, com si els chavistes haguessen disparat els opositors.
El documental ‘Puente Llaguno: claves de una masacre‘ desmunta la versió que els mitjans contraris al president veneçolà, també a casa nostra, van difondre.
“… una ley de Comunicación, coronada por un ente regulador y un reparto de Frecuencias que romperían en favor del gobernante lo precario equilibrio que Aún se mantiene Porque el presidente le faltan los escaños necesarios para aprobarla en el Senado. “
Miguel Ángel Bastenier – EL PAÍS
Però, quin és el repartiment que planteja la nova llei? 34% per mitjans comunitaris, 33% per mitjans públics i 33% per mitjans privats. I quin és el repartiment actual, segons un informe de la UNESCO de març de 2011, i amb un ‘precari equilibri’ segons el periodista del grup PRISA? 83% propietat privada, 17% propietat pública, 0% propietat comunitària. 4 de cada 5 emissores en mans privades de l’oposició és un precari equilibri favorable al govern?
Quan es va produir l’intent de cop d’estat a Equador feia tan sols un any que havia triomfat una operació similar a Hondures contra Manuel Zelaya, un altre president d’esquerres que plantejava un gir en la política contrari als interessos de l’oligarquia que dominava el país des de feia dècades. En aquest cas, el paper dels mitjans de comunicació és digne d’anàlisi, tal com demostra aquest documental ‘Éramos invisibles‘:
Des de llavors, nombrosos activistes de drets humans i afins a Zelaya estan desapareguts o han estat assassinats. Hondures té ja el trist rècord de periodistes assassinats des del cop d’estat.
Una de les característiques de la premsa occidental, i també dels mitjans de dretes llatinoamericans és presentar els esdeveniments sense contextualització, obviant la història recent d’Amèrica Llatina, castigada per 500 anys de colonialisme i que ha patit el terror de les dictadures patrocinades per Occident i per les oligarquies nacionals.
Els recursos d’Amèrica Llatina continuen sent un immens valor que corre perill si els nous governs d’esquerra decideixen utilitzar per al seu propi poble en comptes de malvendre’ls a les oligarquies i les multinacionals occidentals. Algú dubte que aquests faran tot el possible per mantenir els seus privilegis i desfer-se dels governs progressistes contraris als seus interessos?
Si amb el temps hem descobert que a l’Iraq no hi havia armes de destrucció massiva i que les proves van ser falsejades, perquè posem en dubte que puguin estar utilitzant tota la maquinària de guerra (mediàtica, cultural i política) contra els nous governs d’esquerres d’Amèrica?
Diversos personatges públics nord-americans, però, s’esforcen a mostrar una constant disconformitat amb les polítiques que en nom del seu poble executen els successius governs de la poderosa potència. Fa poc, l’actor Sean Penn s’unia setmanes enrere en la caravana electoral d’Hugo Chávez per mostrar el seu suport, com ja va fer el mític actor de la saga ‘Arma Letal‘ Danny Glober, destacat activista pels drets humans i contra la guerra de Iraq.
Però també el brillant director Oliver Stone, que ja ens va alertar sobre el paper dels serveis secrets dels Estats Units a les dictadures llatinoamericanes al film ‘Salvador’ (1986), va voler donar veu als governs d’esquerres llatinoamericans, demonitzats sense pietat per els mitjans occidentals. Així que va decidir entrevistar tots aquells presidents maleïts i recollir els seus testimonis en un excel · lent documental titulat ‘Al Sur de la Frontera‘ (2010):
Les contradiccions d’un estat que pretén ser el far dels drets i llibertats també són qüestionades constantment per un altre gran documentalista nord-americà, el polèmic Michael Moore, que va deixar en evidència el seu govern tant en el cas de l’11 de setembre amb el documental ‘Fahrenheit 9/11 ‘(2004) com amb l’imprescindible’ Sicko ‘(2007), que mostrava les vergonyes del sistema sanitari del seu país, posant el dit a la nafra comparant amb l’enorme despesa militar del govern nord-americà i amb la sanitat gratuïta que es ofereix a Cuba:
D’altra banda, el diari anglès The Mail On Sunday mostrava fa escassos dies una fotografia de Julian Assange costat d’una de les dues dones que l’acusen d’agressió sexual, l’endemà passat del presumpte abús, somrient al seu costat. A la foto apareixen també el fundador del Partit Pirata suec, Rickard Falkvinge, i la seua companya Anna Troberg, que defensen la innocència d’Assange en aquest cas.
Amb tot això, el guió d’aquest thriller algun dia serà portat a la gran pantalla. I caldrà analitzar com, tot i la importància de les informacions revelades per Wikileaks, l’atenció mediàtica ha acabat derivant en assumptes accessoris com la política equatoriana, els embolics sexuals d’Assange, o la suposada seguretat compromesa amb la publicació dels draps bruts dels serveis secrets, deixant de banda el que realment hauria d’escandalitzar més que una altra cosa l’opinió pública: la guerra bruta de la CIA, els serveis secrets nord-americans i occidentals contra les llibertats i els drets humans a tot el món.
Així, la deriva del cas ens ha servit per parlar d’aquest nou actor internacional cada vegada més unit i menys subordinat que és Amèrica Llatina, que amb totes les seues contradiccions i reptes que té encara per davant, mereix mostrar-se al món sense la pàtina colonialista que l’ha cobert fins ara.
*Rescate un article que vaig publicar el passat mes de maig sobre els avanços socials a l’America Latina:
Escrit per Miquel Ramos per a Full Quatre divendres, 04 maig 2012
“Sólo un golpe de Estado ha conseguido echar a Hugo Chávez del poder en Venezuela. La situación había alcanzado tal grado de deterioro que este caudillo errático ha recibido un empujón. El ejército, espoleado por la calle, ha puesto fin al sueño de una retórica revolución bolivariana encabezada por un ex golpista que ganó legítimamente las elecciones para, convertirse desde el poder en un autócrata peligroso para su país y el resto del mundo“.
No és la sinopsi de cap thriller polític, ni cap auguri d’un vident. És el principi de l’editorial d’El País del 13 d’abril de 2002, titulat Golpe a un Caudillo, quan el president Hugo Chávez fou segrestat per militars colpistes que col·locaren al capdavant del govern al president de la patronal veneçolana, Pedro Carmona.
Feia temps que l’oligarquia veneçolana tractava de fer trontollar el govern bolivarià, promovent vagues (si, la patronal convocant vaga…) i incitant a la revolta a través de la majoria dels mitjans de comunicació del país, privats i en mans de l’oposició. La revolta fou encapçalada per la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (FEDECAMARAS), la cúpula del’Esglèsia Catòlica, la Universidad Católica i la Confederación de Trabajadores de Venezuela, un sindicat antichavista finançat per la National Endowment for Democracy, fundació nord-americana de l’era Reagan, que segons el New York Times, es creà per fer públicament allò que la CIA no podia fer, és a dir, finançar tots aquells grups de l’Amèrica Llatina servils a les polítiques dels EUA.
Finalment, militars fidels a la democràcia i desenes de milers de persones vingudes des de lesbarriades pobres de Caracas, com han recreat els rapers Area23 de la barriada del 23 de Enero en aquest magnífic videoclip, aconseguiren fer recular els colpistes i retornar l’ordre democràtic al país, malgrat els intents posteriors de manipular els esdeveniments per part de la premsa nacional i internacional contrària al govern bolivarià, i que culpà els chavistes de disparar a manifestants opositors, una versió ja desmuntada, entre d’altres, al documental Puente Llaguno, claves de una masacre.
Ara fa ja 10 anys d’aquell colp d’estat aplaudit per mitjans suposadament ‘progressistes’ com El País, una versió (i emoció) què no s’allunyava gens de la què mostraven Bush i Aznar. I curiosament, 10 anys després, ens trobem amb un panorama que deixa en evidència la fallida d’Occident front al creixement imparable de l’Amèrica Llatina en tots els sentits, malgrat que llavors El País afirmava que “el régimen chavista ha sido tan desastroso que ni siquiera ha sabido gestionar con eficacia esta riqueza nacional“.
Aquesta suposada ineficàcia ha portat a què, hui dia, mentre a l’Estat espanyol rebem cada divendres la notícia d’una nova mesura d’estalvi per part del Govern que retalla cada vegada més els serveis i les llibertats públiques, a Veneçuela s’anuncià fa pocs dies la reducció de la jornada laboral a 40 hores setmanals, es decretà el doble d’indemnització pels treballadors acomiadats sense justificació, i la inamovibilitat laboral de dos anys pels pares i permís pre i post natal de sis i vint setmanes pel pare i la mare, tot un seguit de reformes de la nova Llei Orgànica del Treball.
Primer Argentina amb YPF i ara Bolívia amb REE, i de nou El País donant lliçons a l’editorial: Morales y su Gobierno han actuado al margen de las reglas que ordenan el respeto a la propiedad y el ordenamiento jurídico internacional. Com si el grup PRISA no tingués cap altre interès que el respecte a les normes (com demostrà en l’editorial favorable al colp d’estat a Veneçuela en 2002) i no hi hagués en joc cap interés comercial. Seria molt innocent creure que PRISA, amb interessos ben lligats amb altres grups econòmics espanyols com Repsol, Iberdrola o el BBVA, no tingués en compte allò que diu davant les recents polítiques de nacionalització.
El periodista valencià Pascual Serrano ja parlava en 2009 dels interessos d’aquest grup mediàtic en un article sobre els mitjans de comunicació a Bolívia. Només cal lligar caps. No és d’estranyar doncs que als successius colps d’estat a Hondures i Equador (aquest últim fallit) contra els seus presidents d’esquerres, El País utilitzés eufemismes com “detención del presidente” en el cas hondureny o “rebelión policial” sobre Equador.
La selecció de notícies de la premsa espanyola sobre l’Amèrica Llatina és força significativa. Mentre hi trobem abundants referències a suposades crisis i tics autoritaris als països governats per les esquerres, titllats despectivament de ‘populistes’, és difícil trobar detalls sobre els recents assassinats de dirigents camperols o polítics d’esquerres a Colòmbia, un país on es produeixen el 60% dels assassinats de sindicalistes de tot el món, i on la connivència del govern amb els paramilitars d’extrema dreta i la vergonyosa impunitat dels seus crims ha sigut denunciada en nombroses ocasions per organitzacions de drets humans i periodistes, com Juan José Lozano i Hollman Morrisde al documental Impunity.
Tampoc trobem massa referències a Hondures, on una vegada consumat el colp contra Zelaya i imposat el nou govern simpàtic per Washington de Porfirio Lobo (2010), han sigut assassinats quasi una vintena de periodistes. Imagineu que això hagués passat a Veneçuela. Clar, allà diuen que no hi ha llibertat d’expressió i que Chávez ho controla tot, una mentida desmuntada, entre altres, pel catedràtic de Ciències Polítiques de la Universitat Pompeu Fabra, Vicenç Navarro en un article a Público, on afirma que allà hi ha més pluralitat als mitjans que a l’Estat espanyol. En realitat, només cal anar allà i engegar la televisió per comprovar com els nombrosos canals privats són la majoria el doble d’agressius que Intereconomía.
Lamentablement, la imatge que els governs d’esquerres d’Amèrica tenen a l’Estat continua sent la que els principals mitjans volen transmetre. Massa gent va aplaudir al rei espanyol quan va treure la seua vena colonial contra Chávez amb el famós ‘¿porqué no te callas?‘, però poca gent sap el que va passar minuts abans, quan el president de Nicaragua, Daniel Ortega, li treia els colors al monarca, a Moratinos i a Zapatero. Però no deixa de ser significatiu que un vestigi feudal del vell continent, designat per un dictador feixista, mane callar el president d’una antiga colònia elegit democràticament. I fruit d’aquesta mentalitat colonial, el posterior aplaudiment de la massa patriòtica, perquè el blanc va fer callar l’agosarat indígena.
Els mitjans i els periodistes podem ser el millor i el pitjor aliat del poder. Ahir, Dia Mundial de la Llibertat de Premsa, molts ens preguntàvem si el periodisme continua sent una eina al servei de la societat, o més bé al servei de les societats que el posseeixen. I no trobe millor manera d’homenatjar la professió què recomanant l’entrevista de Karlos Zurutza al periodista basc Unai Aranzadi, on va deixar gravada una gran frase per a la història, i que podria aplicar-se a la majoria dels grups de comunicació que hui dia controlen el 90% de les informacions que consumim: hi ha més veritats en un disc de Calle13 que en tot el grupo PRISA.
Ecuador, Wikileaks y la rabieta colonialista
(Versión original en catalán más arriba)
Días después de regresar de Ecuador, donde lamentablemente sólo pude estar seis días, llegaba la noticia de la decisión del periodista australiano Julian Assange, fundador de Wikileaks, de refugiarse en la embajada ecuatoriana en Londres para evitar ser extraditado a Suecia , y de allí a los Estados Unidos, la principal víctima de la verdad que Wikileaks ha sacado a la luz con decenas de miles de cables diplomáticos y de informaciones clasificadas que dejan en evidencia la arrogante actitud norteamericana hacia el resto del mundo , y la constante vulneración de los derechos humanos que comete esta poderosa potencia mundial con el visto bueno y la complicidad de gran número de estados occidentales.
Ningún periodista debería poner en duda el valor informativo de las informaciones publicadas por Wikileaks. La tarea del periodista consiste básicamente en eso, en investigar y hacer públicas informaciones que ayuden a los ciudadanos a entender el mundo, a conocer lo que ocurre a su alrededor, y sobre todo, y en este caso, a explicar lo que un gobierno hace en el su nombre y con su dinero, más aún cuando el gobierno lo oculta o miente.
Es por ello que la ya habitual ignominiosa política exterior norteamericana, a pesar de haberse denunciado miles de veces durante décadas por su connivencia con dictaduras fascistas, golpes de estado, asesinatos masivos, torturas, conspiraciones varias, experimentos con seres humanos y barrabasadas diversas, no merece compasión ni pudor periodístico a la hora de publicar los secretos de sus alcantarillas.
Todo lo contrario, lo que realmente es vergonzoso es que nunca haya pagado, ni siquiera pedido disculpas por todo lo que ha hecho. Y no hablo del pueblo estadounidense y del resto de ciudadanos de los países serviles, víctimas también de sus gobernantes, sino de los responsables de esta ingeniería política, interior y exterior, que pone en riesgo cada día y en cada rincón del planeta la democracia, los derechos humanos y la convivencia pacífica entre pueblos.
Con los recientes antecedentes de la agresión contra Irak, un país deshecho por una guerra impulsada por la administración Bush y patrocinada por las empresas ligadas a sus mantenedores, motivos no nos faltan por poner en duda toda versión oficial.
El brillante periodista australiano Joh Pilger, premiado en internacionalmente en numerosas ocasiones y autor de geniales reportajes de guerra y documentales sobre política internacional, nos regaló un valioso documental sobre el papel de la prensa en la guerra. Un gran trabajo donde entrevista periodistas occidentales que no dudaron en ningún momento de la versión oficial sobre las razones de atacar Irak y Afganistán.
Uno de los casos descubiertos por Wikileaks que implican el anterior gobierno español de Zapatero fue la connivencia del ejecutivo del PSOE con la embajada norteamericana para forzar la Fiscalía a archivar el caso del cámara José Couso, asesinado por soldados de los Estados Unidos en Bagdad.
El diario EL PAÍS, que fue uno de los primeros medios que accedió a los cables de Wikileaks, publicaba abundante información sobre el caso, donde se descubría la complicidad de ministros y fiscales españoles que trataron de evitar los procesos por el caso Couso y por las torturas en Guantánamo, también denunciadas en la Audiencia Nacional. Aquí puede encontrar la recopilación de estas informaciones:
Assange por tanto, no es ningún héroe, sino un periodista de verdad, activista si queréis también, pues un profesional de la información que busca evitar que la mentira se convierta en la versión única y oficial y que las violaciones de derechos humanos quedan impunes, es para mí un buen periodista.
Aquel que no se deja intimidar, en este caso, por el gobierno más poderoso del planeta y sus aliados. Precisamente fue el Reino Unido quien años atrás acogió el dictador y genocida chileno Augusto Pinochet, buen amigo de la ex presidenta Margaret Tatcher, y que fue protegido por el gobierno inglés para evitar que fuera extraditado.
Evidentemente, no todos los periodistas piensan igual. La criminalización de Assange empieza a ser ya habitual en los medios occidentales, más aún cuando está siendo protegido por una república latinoamericana con un gobierno de izquierdas como Ecuador. Así, ahora hay dos blancos donde apuntar: el osado periodista y el insumiso gobierno de un país que no quiere ser nunca más colonia.
Uno de los principales argumentos para defenestrar al gobierno ecuatoriano es la supuesta falta de libertad de expresión. De nuevo, el reiterado mito de la libertad de prensa en los países de América Latina gobernados por las izquierdas, donde la gran mayoría de medios son privados, en manos de grandes empresas con intereses diversos más allá de la información, y en el caso de Ecuador, representan cerca del 86%.
Lo que no explican quienes acusan Ecuador de restringir la libertad de expresión es el caso concreto por el que se erige esta falsa acusación: la denuncia por injurias y calumnias del presidente Rafael Correa contra El Universo, uno de los diarios más poderosos del país, contrario al gobierno y propiedad de grandes grupos empresariales y financieros nada favorables a las políticas progresistas del gobierno.
El diario acusaba Correa de graves delitos sin probarlos, un hecho que en cualquier país democrático también están sancionados. Parece que en América Latina la libertad de prensa pasa, según algunos, para dejar impunes delitos que aquí serían perseguidos.
Julian Assange entrevistó al presidente ecuatoriano Rafael Correa meses atrás por la cadena de televisión RussiaToday, donde respondió diversas cuestiones relacionadas con la política exterior norteamericana y otros aspectos de la política interior ecuatoriana: Assange y Correa, la esperada entrevista en RT
También la popular periodista de TVE actualmente apartada por el nuevo gobierno del PP, Ana Pastor, tuvo ocasión el pasado mes de marzo de entrevistar Correa. Durante la conversación, el presidente de Ecuador plantea importantes cuestiones sobre los medios de comunicación y la libertad de prensa:
El caso por el que acusan Correa de atacar la libertad de expresión fue el siguiente: Emilio Palacio, jefe de edición de la sección de opinión del diario El Universo, acusó en un artículo Rafael Correa de haber ordenado las fuerzas especiales disparar a discreción contra los policías amotinados en el Hospital de la Policía de Quito, donde estos retenían el Presidente contra su voluntad el 30 de septiembre de 2010.
Entre los muertos y los heridos hubo militares que trataban de rescatar Correa y dos manifestantes partidarios del Presidente. Varios vídeos demuestran como los disparos ya comenzaron horas antes del rescate, efectuados por la policía rebelde que había secuestrado al presidente, contra los manifestantes que se acercaban para condenar el secuestro del mandatario. Palacio acusó Correa de delitos de Lesa Humanidad por esta supuesta orden de disparar sin aportar ninguna prueba, reiterándose incluso un año después ante medios internacionales.
Finalmente, Correa fue rescatado por las Fuerzas Especiales, pero su coche, así como su habitación del hospital donde fue recluido, fueron tiroteados por los agentes amotinados. Los medios de comunicación de la oposición, que son la gran mayoría, justificaban el intento del golpe de estado y reproducían la versión de Emilio Palacio. Tres responsables de los policías amotinados serían juzgados por los incidentes, pero el tribunal acabó absolviendo los mismos.
El documental ‘Ecuador: Una Conspiración Permanente‘, de la cadena latinoamericana TeleSur, explica detalladamente la historia. Aquí os dejo el trailer:
La justicia ecuatoriana, al igual que absolvió a los responsables policiales del golpe, condenaría más adelante Emilio Palacio por injurias y calumnias. Aún así, el presidente Correa decidió perdonar la ofensa y renunciar a la indemnización que debería recibir según el tribunal, argumentando que sólo quería dejar en evidencia las malas prácticas periodísticas de quienes le acusaban de graves delitos sin aportar pruebas.
Entonces Palacio marchó a vivir a Miami, desde donde sigue su campaña difamatoria contra el govern.La fundación CEPS escribió un informe al respecto muy interesante:Informe El caso “El Universo” (Fundación CEPS)
Un caso similar se dio durante el intento de golpe de estado contra Hugo Chávez en 2004, particularmente en torno a los sucesos de Puente Llaguno, donde antichavistas dispararon los partidarios de Hugo Chávez que se manifestaban contra el assonada.
El caso fue presentado por el contrario, como si los chavistas hubieran disparado los opositores. El documental ‘Puente Llaguno: claves de una masacre‘ desmonta la versión que los medios contrarios al presidente venezolano, también en nuestro país, difundieron.
“… una ley de Comunicación, coronada por un ente regulador y un reparto de Frecuencias que romperían en favor del gobernante lo precario equilibrio que Aún se mantiene Porque el presidente le faltan los escaños necesarios para aprobarla en el Senado. “
Miguel Ángel Bastenier – EL PAÍS
Pero, cuál es el reparto que plantea la nueva ley? 34% para medios comunitarios, 33% para medios públicos y 33% por medios privados. Y cuál es el reparto actual, según un informe de la UNESCO de marzo de 2011, y con un ‘precario equilibrio’ según el periodista del grupo PRISA? 83% propiedad privada, 17% propiedad pública, 0% propiedad comunitaria. 4 de cada 5 emisoras en manos privadas de la oposición es un precario equilibrio favorable al gobierno?
Cuando se produjo el intento de golpe de estado en Ecuador hacía tan sólo un año que había triunfado una operación similar en Honduras contra Manuel Zelaya, otro presidente de izquierdas que planteaba un giro en la política contrario a los intereses de la oligarquía que dominaba el país desde hacía décadas. En este caso, el papel de los medios de comunicación es digno de análisis, tal y como demuestra este documental ‘Éramos invisibles‘:
Desde entonces, numerosos activistas de derechos humanos y afines a Zelaya están desaparecidos o han sido asesinados. Honduras ostenta ya el triste récord de periodistas asesinados desde el golpe de estado.
Una de las características de la prensa occidental, y también de los medios de derechas latinoamericanos es presentar los eventos sin contextualización, obviando la historia reciente de AméricaLatina, castigada por 500 años de colonialismo y que ha sufrido el terror de las dictaduras patrocinadas por Occidente y por las oligarquías nacionales.
Los recursos de América Latina continúan siendo un inmenso valor que corre peligro si los nuevos gobiernos de izquierda deciden utilizarlos para su propio pueblo en vez de malvender a las oligarquías y las multinacionales occidentales. Alguien duda que estos harán todo lo posible para mantener sus privilegios y deshacerse de los gobiernos progresistas contrarios a sus intereses?
Si con el tiempo hemos descubierto que en Irak no había armas de destrucción masiva y que las pruebas fueron falseadas, porque ponemos en duda que puedan estar empleando toda la maquinaria de guerra (mediática, cultural y política) contra los nuevos gobiernos de izquierdas de América?
Varios personajes públicos estadounidenses, sin embargo, se esfuerzan en mostrar una constante disconformidad con las políticas que en nombre de su pueblo ejecutan los sucesivos gobiernos de la poderosa potencia.
Hace poco, el actor Sean Penn se unía semanas atrás en la caravana electoral de Hugo Chávez para mostrar su apoyo, como ya hizo el mítico actor de la saga ‘Arma Letal‘ Danny Glober, destacado activista por los derechos humanos y contra la guerra de Irak.
Pero también el brillante director Oliver Stone, que ya nos alertó sobre el papel de los servicios secretos de Estados Unidos a las dictaduras latinoamericanas en el filme ‘Salvador‘ (1986), quiso dar voz a los gobiernos de izquierdas latinoamericanos, demonizados sin piedad por los medios occidentales. Así que decidió entrevistar a todos aquellos presidentes malditos y recoger sus testimonios en un excelente documental titulado ‘Al Sur de la Frontera‘ (2010):
Las contradicciones de un estado que pretende ser el faro de los derechos y libertades también son cuestionadas constantemente por otro gran documentalista estadounidense, el polémico Michael Moore, que dejó en evidencia su gobierno tanto en el caso del 11 de Septiembre con el documental ‘Fahrenheit 9/11‘ (2004) como con el imprescindible ‘Sicko‘ (2007), que mostraba las vergüenzas del sistema sanitario de su país, poniendo el dedo en la llaga comparándolo con el enorme gasto militar del gobierno estadounidense y con la sanidad gratuita que se ofrece en Cuba:
Por otra parte, el periódico inglés The Mail On Sunday mostraba hace escasos días una fotografía de Julian Assange junto a una de las dos mujeres que lo acusan de agresión sexual, dos días después del presunto abuso, sonriendo a su lado. En la foto aparecen también el fundador del Partido Pirata sueco, Rickard Falkvinge, y su compañera Anna Troberg, que defienden la inocencia de Assange en este caso.
Con todo ello, el guión de este thriller algún día será llevado a la gran pantalla. Y habrá que analizar cómo, a pesar de la importancia de las informaciones reveladas por Wikileaks, la atención mediática ha acabado derivando en asuntos accesorios como la política ecuatoriana, los enredos sexuales de Assange, o la supuesta seguridad comprometida con la publicación de los trapos sucios de los servicios secretos, dejando de lado lo que realmente debería escandalizar más que otra cosa la opinión pública: la guerra sucia de la CIA, los servicios secretos estadounidenses y occidentales contra las libertades y los derechos humanos en todo el mundo.
Aun así, la deriva del caso nos ha servido para hablar de este nuevo actor internacional cada vez más unido y menos subordinado que es América Latina, que con todas sus contradicciones y retos que tiene aún por delante, merece mostrarse al mundo sin la pátina colonialista que le ha cubierto hasta ahora.
*Rescato un artículo que publiqué hace unos meses sobre los avances sociales en l’America Latina:
Sólo un golpe de Estado ha conseguido echar a Hugo Chávez del poder en Venezuela. La situación había alcanzado tal grado de deterioro que este caudillo errático ha recibido un empujón. El ejército, espoleado por la calle, ha puesto fin al sueño de una retórica revolución bolivariana encabezada por un ex golpista que ganó legítimamente las elecciones para, convertirse desde el poder en un autócrata peligroso para su país y el resto del mundo.’
No es la sinopsis de ningún thriller político, ni ningún augurio de un vidente. Es el principio de la editorial de El País del 13 de abril de 2002, titulada ‘Golpe a un Caudillo‘, cuando el presidente Hugo Chávez fue secuestrado por militares golpistas que colocaron al frente del gobierno al presidente de la patronal venezolana, Pedro Carmona. Hacía tiempo que la oligarquía venezolana trataba de hacer tambalear el gobierno bolivariano, promoviendo huelgas (si, la patronal convocando huelga …) e incitando a la revuelta a través de la mayoría de los medios de comunicación del país, privados y en manos de la oposición.
La revuelta fue encabezada por la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), la cúpula de la Iglesia Católica, la Universidad Católica y la Confederación de Trabajadores de Venezuela, un sindicato antichavista financiado por la National Endowment for Democracy , fundación estadounidense de la era Reagan, que según el New York Times, se creó para hacer públicamente lo que la CIA no podía hacer, es decir, financiar todos aquellos grupos de América Latina serviles a las políticas de EEUU .
Finalmente, militares fieles a la democracia y decenas de miles de personas venidas desde las barriadas pobres de Caracas, como han recreado los raperos Area23 del barrio del 23 de Enero en este magnífico videoclip, consiguieron hacer retroceder a los golpistas y devolver el orden democrático al país, pese a los intentos posteriores de manipular los acontecimientos por parte de la prensa nacional e internacional contraria al gobierno bolivariano, y que culpó los chavistas de disparar a manifestantes opositores, una versión ya desmontada, entre otros, por el documental ‘Puente Llaguno , claves de una masacre‘.
Hace ya 10 años de aquel golpe de Estado aplaudido por medios supuestamente ‘progresistas’ como El País, una versión (y emoción) que no se alejaba nada de la que mostraban Bush y Aznar. Y curiosamente, 10 años después, nos encontramos con un panorama que deja en evidencia la quiebra de Occidente frente al crecimiento imparable de América Latina en todos los sentidos, a pesar de que entonces El País afirmaba que “el régimen chavista ha sido tan desastroso que ni siquiera ha sabido gestionar con eficacia esta riqueza nacional “.
Esta supuesta ineficacia ha llevado a que, hoy día, mientras en el estado español recibimos cada viernes la noticia de una nueva medida de ahorro por parte del Gobierno que recorta cada vez más los servicios y las libertades públicas, en Venezuela se anunció hace pocos días la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, se decretó el doble de indemnización para los trabajadores despedidos sin justificación, y la inamovilidad laboral de dos años para los padres y permiso pre y post natal de seis y veinte semanas para el padre y la madre, toda una serie de reformas de la nueva Ley Orgánica del Trabajo.
Primero Argentina con YPF y ahora Bolivia con REE, y de nuevo El País dando lecciones en la editorial: ‘Morales y su Gobierno han actuado al margen de las reglas que ordenan el respeto a la propiedad y el ordenamiento jurídico internacional’. Como si el grupo PRISA no tuviera ningún otro interés que el respeto a las normas (como demostró en la editorial favorable al golpe de estado en Venezuela en 2002) y no hubiera en juego ningún interés comercial.
Sería muy inocente creer que PRISA, con intereses bien atados con otros grupos económicos españoles como Repsol, Iberdrola o el BBVA, no tuviera en cuenta lo que dice ante las recientes políticas de nacionalización. El periodista valenciano Pascual Serrano ya hablaba en 2009 de los intereses de este grupo mediático en un artículo sobre los medios de comunicación en Bolivia. Sólo hay que atar cabos. No es de extrañar pues que los sucesivos golpes de estado en Honduras y Ecuador (este último fallido) contra sus presidentes de izquierdas, El País utilizara eufemismos como “detenciones del presidente” en el caso hondureño o “rebelión policial” sobre Ecuador.
La selección de noticias de la prensa española sobre América Latina es bastante significativa. Mientras encontramos abundantes referencias a supuestas crisis y tics autoritarios en los países gobernados por las izquierdas, tildados despectivamente de ‘populistas’, es difícil encontrar detalles sobre los recientes asesinatos de dirigentes campesinos o políticos de izquierdas en Colombia, un país donde se producen el 60% de los asesinatos de sindicalistas de todo el mundo, y donde la connivencia del gobierno con los paramilitares de extrema derecha y la vergonzosa impunidad de sus crímenes ha sido denunciada en numerosas ocasiones por organizaciones de derechos humanos y periodistas, como Juan José Lozano y Hollman Morrisde el documental Impunity.
Tampoco encontramos demasiadas referencias a Honduras, donde una vez consumado el golpe contra Zelaya e impuesto el nuevo gobierno simpático para Washington de Porfirio Lobo (2010), han sido asesinados casi una veintena de periodistas. Imaginad que esto hubiera pasado en Venezuela. Claro, allí dicen que no hay libertad de expresión y que Chávez lo controla todo, una mentira desmontada, entre otros, por el catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Pompeu Fabra, Vicenç Navarro en un artículo en el diario Público, donde afirma que allí hay más pluralidad en los medios que en el Estado español. En realidad, sólo hay que ir allí y enchufar la televisión para comprobar cómo los numerosos canales privados son la mayoría el doble de agresivos que Intereconomía.
Lamentablemente, la imagen que los gobiernos de izquierdas de América tienen en el Estado sigue siendo la que los principales medios quieren transmitir. Demasiada gente aplaudió al rey español cuando sacó su vena colonial contra Chávez con el famoso ‘¿porqué no te Callas?‘, pero poca gente sabe lo que pasó minutos antes, cuando el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, le sacaba los colores al monarca, a Moratinos y a Zapatero.
Pero no deja de ser significativo que un vestigio feudal del viejo continente, designado por un dictador fascista, mande callar al presidente de una antigua colonia elegido democráticamente. Y fruto de esta mentalidad colonial, el posterior aplauso de la masa patriótica, porque el blanco hizo callar al osado indígena.
Los medios y los periodistas podemos ser el mejor y el peor aliado del poder. Ayer, Día Mundial de la Libertad de Prensa, muchos nos preguntábamos si el periodismo sigue siendo una herramienta al servicio de la sociedad, o más bien al servicio de las sociedades que lo poseen.
Y no encuentro mejor manera de homenajear la profesión que recomendando la entrevista de Karlos Zurutza al periodista vasco Unai Aranzadi, donde dejó grabada una gran frase para la historia, y que podría aplicarse a la mayoría de los grupos de comunicación que hoy en día controlan el 90% de las informaciones que consumimos: hay más verdades en un disco de Calle13 que en todo el grupo PRISA.
La passada setmana coneixíem la notícia de la commutació de la pena de mort que pesava sobre l’activista afroamericà Mumia Abu-Jamal per la cadena perpètua. Recorde el rostre de Mumia en enganxines i cartells, haver llegit sobre la seua història quan era adolescent, i haver escoltat alguna de les seues intervencions radiofòniques des de la presó que es pot trobar a la xarxa. Mumia fou condemnat a mort l’any 1982 acusat de matar un policia a Filadèlfia. El seu cas va estar envoltat de polèmica i ha sigut denunciat per ONGs com Amnistia Internacional per les irregularitats del procés. Mumia, que va militar al Partit dels Panteres Negres i exercia de periodista, sempre s’ha declarat innocent, i inclús alguns dels testimonis que van declarar en contra seua van admetre després haver sigut pressionats per la policia.
Caldria contextualitzar els fets en la Filadèlfia dels anys 70 i principis dels ’80 per entendre les tensions entre la comunitat afroamericana i la policia, entre els activistes i el poder. La lluita pels drets civils als Estats Units d’Amèrica, un país on el racisme havia sigut llei i on els moviments socials com el liderat per Marthin Luther King (que lluità pels drets civils de les minories però també contra la guerra de Vietnam) eren atacats impunement per grups de racistes blancs i per la policia, la rebel·lió era imprescindible. El cas de Rosa Parks, la dona negra que l’any 1955 es va rebel·lar contra la segregació racial als autobusos de Montgomery (Alabama), on els negres s’havien de seure darrere, i tot el moviment pels drets civils que s’hi originà, n’és un bon exemple.
I malgrat que els fets sobre el cas Mumia van ocórrer fa 30 anys a milers de kilòmetres d’ací, les societats occidentals segueixen sovint patrons similars en determinats aspectes, i tant el control social com en les tècniques de criminalització i atac a la disidència, el corporativisme dins els cossos de seguretat de l’Estat o la manca de garanties dels ciutadans davant la maquinària del poder són encara, lamentablement, realitats que compartim a Filadèlfia i a la resta del món. Però res no s’entén si no s’explica el context i els antecedents.
EL MOVE: Fills d’Àfrica
El MOVE fou un moviment creat a principis dels anys ’70 a Filadèlfia per John Africa, un treballador afroamericà que va reunir les seues idees antiracistes, ecologistes, animalistes i llibertàries en un manifest que fou secundat per nombrosos membres de la comunitat negra, castigada amb la marginalització i assetjada per un innegable racisme institucional. Els seus membres, que adoptaren el cognom ‘Africa’ reivindicant el seu origen, van ser titllats d’estrafolaris i bruts, per recollir animals abandonats i per portar dreadlocks (rastes), així com per la seua forma de vida en comuna en una casa que van comprar tots plegats. Les autoritats no van estalviar esforços per controlar aquest moviment i els seus membres, als qui van assetjar de totes les maneres possibles, gràcies a la mà de ferro de Frank Rizzo, Alcalde de la ciutat entre 1971 i 1979.
El 1973, un jutge del tribunal federal de primera instància va declarar que a Filadèlfia els casos d’abusos policials eren tan freqüents que no es podien «considerar com a casos excepcionals i aïllats» i que les autoritats de la ciutat «feien molt poc o res» per castigar o impedir aquests abusos. Rizzo s’enfrontaria a una demanda l’any 1979 per consentir aquesta brutalitat policial. La demanda enumerava una llista de 290 persones, la majoria pertanyents a les minories ètniques, que entre 1975 i 1979 havien estat víctimes de trets fets per la policia de la ciutat.
Fou l’any 1978 quan el MOVE va viure un episodi que escandalitzà l’opinió pública i que marcà un abans i un després: La policia assetjà l’edifici que ocupava el moviment i el desallotjà a la força. Durant els incidents, un tret disparat no se sap des d’on, impactà en un policia. Molts testimonis van afirmar que el dispar s’havia efectuat des de les mateixes fileres de la policia, però no es va poder investigar més perquè l’Ajuntament va demolir l’edifici impedint que es practiqués qualsevol perit o es recollira alguna prova per esclarir els fets. Els membres del MOVE detinguts van ser condemnats a entre 35 i 100 anys de presó. La policia mai va trobar cap arma als membres del MOVE. Un nadó d’una de les membres del MOVE va morir esclafat per un agent, i Delbert Africa, membre també del MOVE, fou apallissat brutalment davant les càmeres per un grup d’agents.
Ja amb l’absència de Rizzo, l’any 1985, la policia de Filadèlfia tornaria a protagonitzar un episodi contra els membres del MOVE, amb un tràgic desenllaç una altra vegada: Els agents van llançar explosius C-4 des d’un helicòpter a l’edifici que ocupaven membres del MOVE, assassinant onze persones, entre les quals hi havia John Africa i cinc xiquets. L’incendi es propagà per altres 60 edificis, i vora 200 persones es van quedar sense llar. Només hi van sobreviure Ramona Africa, vídua de John, i el seu fill menut.
Onze anys després, ja en 1996, La Cort Federal va dictaminar que l’assalt mortal a la casa dels MOVE havia estat desproporcionat i il·legal, i va obligar la ciutat de Filadèlfia a pagar una indemnització als familiars dels supervivents. Actualment, Ramona Africa continua participant als actes de l’esquerra nord-americana i és una de les més actives manifestants en favor de la llibertat de Mumia Abu-Jamal.
EL CAS MUMIA
Mumia Abu-Jamal no va formar part del MOVE, tot i que mostraria el seu suport en nombroses ocasions. Deixà el Partit dels Panteres Negres l’any 1970 i es dedicà a l’activisme periodístic, sobretot a la ràdio, i a treballar de taxista. Fou president de l’Associació de PeriodistesNegres de Filadèlfia i com altres activistes, fou investigat pel Programa de Contraespionatge de l’FBI, el COINTELPRO, dedicat a controlar i desbaratar els moviments socials nord-americans.
El 9 de desembre de 1981, aproximadament a les quatre menys cinc de la matinada, Daniel Faulkner, agent del Departament de Policia de Filadèlfia, va donar l’alt a l’automòbil que conduïa William Cook, germà de Mumia Abu-Jamal. Es va produir un altercat entre els dos homes. Mumia Abu-Jamal, que conduïa el seu taxi per la zona, va veure l’altercat entre el seu germà i l’agent de policia i va eixir del seu vehicle. Minuts més tard es van presentar diversos agents més en el lloc i van trobar que l’agent Faulkner havia mort com a resultat d’una ferida de bala al cap i una altra a l’esquena. Mentrestant, Mumia Abu-Jamal romania assegut a prop amb una ferida de bala al pit causada per la pistola de l’agent. L’arma legal d’Abu-Jamal va ser trobada a pocs metres d’on estava assegut greument ferit.
Segons la policia, Mumia va confessar a l’hospital haver disparat Faulkner. L’acusat ho va negar, així com la doctora que el va atendre i altres testimonis. Aquesta suposada confessió, només sustentada pel testimoni d’alguns policies, va ser un dels motius pels quals Mumia fou condemnat a mort. Però altres versions apunten que els trets contra el policia no els va efectuar Mumia. De fet, dues de les testimonis al judici, que exercien la prostitució al mateix carrer, van confessar després que havien sigut coaccionades i subornades per la policia perquè declararen haver vist Mumia efectuar els dispars. Una d’elles va desaparèixer poc de temps després. Un altre testimoni, un taxista que es trobava aprop dels fets, va declarar en la seua primera entrevista amb la policia que havia vist un home disparar i donar-se a la fuga. Després, en saber-se que tenia causes pendents amb la justícia, va canviar la seua declaració. La policia tampoc va efectuar cap prova de balística a l’arma de Mumia, amb la què suposadament havia disparat Faulkner.
Algunes de les raons per les què es denuncià la manca de garanties al cas de Mumia tenen a veure amb la seua defensa; el tribunal negà el dret a Mumia a representar-se a si mateix i fins i tot a estar a la sala d’audiències, a més d’adjudicar-li un advocat que els defensors de Mumia qualifiquen d’incompetent. El seu advocat va admetre que no va parlar amb un sol testimoni abans del judici i mai va tractar de recaptar diners per obtenir els perits. A més, el jutge del cas, AlbertSabo, ha condemnat a la mort a 32 persones, més del doble que qualsevol altre jutge als EUA.
«Si no els agrada, poden unir-se a ell [Abu-Jamal]. Convertirem la cadira elèctrica en un sofà elèctric. La nostra postura sobre això no tolerarà cap mena d’ambigüitat, cap demora ni cap altra cosa. »Richard Costello, president de l’Ordre Fraternal de Policia de Filadèlfia.
L’Ordre Fraternal de la Policia de Filadèlfia sempre ha donat suport l’execució d’Abu-Jamal. La organització també ha reaccionat amb hostilitat davant les peticions de nombroses personalitats que han demanat que Abu-Jamal tornara a ser jutjat. L’agost de 1999, en l’assemblea general biennal de l’Ordre es va aprovar una resolució en què es demanava el boicot a totes les persones i empreses que havien expressat el seu suport a la posada en llibertat d’Abu-Jamal. Un portaveu de l’organització va manifestar: «És una equivocació permetre que empreses i persones es beneficien de l’assassinat d’un agent que va fer el més gran dels sacrificis en intentar protegir i servir els ciutadans de la seua comunitat. I no descansarem fins que Abu-Jamal creme a l’infern. »L’Ordre Fraternal de la Policia té forts vincles amb els jutges de l’estat que van fallar les apel · lacions d’Abu-Jamal. El 1994, el representant de l’estat per Pennsilvània Mike McGeehan va fer les següents declaracions: «Desitge que Mumia Abu-Jamal mora. No m’importa quants tios de Hollywood li donen suport, anem a veure’l morir a Pennsilvània. »
La relació entre els membres del Tribunal i les forces policials han posat en dubte la imparcialitat d’aquest i altres judicis. Cal esmentar, per exemple, que el president de la Cort, el jutge John P. Flaherty, va rebre el Premi de la Justícia concedit per l’Associació de Xèrifs de Pennsilvània, i que el jutge Ralph J. Cappy (que va redactar la resolució en què es va rebutjar la sol · licitud de nou judici per Abu-Jamal) va rebre el premi «Home de l’Any» concedit per l’Ordre Fraternal de la Policia de l’estat de Pennsilvània.
Amnistia Internacional (AI) ha recollit tots els detalls del procés i de les posteriors apel·lacions al cas, posant de relleu la manca d’imparcialitat del jurat i els nombrosos defectes en la instrucció, que van afavorir la condemna de Mumia. També ha criticat el posicionament de la policia, que no ha deixat de fer campanya per la execució del condemnat. AI destacà al seu informe l’ assistència lletrada inadequada, l’oberta hostilitat del jutge de la causa i l’aparent parcialitat judicial durant la revisió de l’apel · lació. També considera que nombrosos aspectes d’aquesta causa incompliren clarament les normes mínimes internacionals que garanteixen la justícia processal, pel què demana que el judici es torne a celebrar amb totes les garanties, i a ser possible, lluny de Filadèlfia, on el procés no haja polaritzat tant l’opinió pública.
Ací teniu un documental (en anglès) sobre el cas: Mumia Abu Jamal – A Case of Reasonable Doubt:
30 ANYS DESPRÉS…
Mumia Abu-Jamal portava ja 30 anys empresonat al corredor de la mort esperant a ser executat, quan per fi la setmana passada va ser publicada la commutació de la pena capital per la cadena perpètua. Em vaig alegrar molt, i analitzant després les notícies que es publicaven al respecte, vaig comprovar com els moviments en favor de la llibertat de Mumia i contra la pena de mort havien tingut alguna cosa a veure. Així ho va reconèixer Chistina Swarns, advocada de Mumia i membre del Fons de la Defensa Legal de l’Associació Nacional per a l’Avanç de la Gent de Color (NAACP Legal Defense Fund).
Per la seua banda, la vídua de Faulkner va manifestar que no s’oposaria a la commutació de la pena perquè ja havia passat massa temps, però no va deixar passar l’ocasió per acusar els jutges de ‘deshonestos i covards’.
La victòria sobre la pena de mort sempre és una bona notícia. Per descomptat, no es pot celebrar mai la mort d’una persona, ja siga l’agent de policia com l’execució de Mumia. Però cal contextualitzar sempre els fets per entendre que la justícia es pot equivocar, o que altres factors aliens als fets reals, poden influir en un judici. Només 15 dels 124 presos condemnats a mort que hi havia a Filadèlfia l’octubre de 1998 eren blancs.
Els estudis sobre l’aplicació de la pena de mort als Estats Units han conclòs reiteradament que la raça de l’acusat i de les víctimes poden ser un factor clau a l’hora de determinar qui serà condemnat a mort. Un d’aquests estudis va concloure que, fins i tot tenint en compte les diferències entre els casos, era molt més probable que les persones negres de Filadèlfia acusades d’assassinat fóren condemnades a la pena capital que altres acusats per delictes similars (D. Baldús, Race Discrimination and the Death Penalty in the Post Furman Era: An Empirical and Legal Overview, with Preliminary Findings from Philadelphia, Cornell Law Review, Volum 83, setembre de 1998.).
El 1997, el relator especial de les Nacions Unides sobre execucions extrajudicials, sumàries i arbitràries va declarar, després de la visita que va realitzar als Estats Units el 1997, que era «inquietant la falta d’assistència lletrada i de representació jurídica en el cas de molts acusats susceptibles de ser condemnats a la pena capital. » (Doc ONU E/CN.4/1998/68/Add.3)
Mumia Abu-Jamal és una de les més de 3.500 persones condemnades a mort en 37 estats i en aplicació de la legislació federal. Des que es van reprendre les execucions el 1977 fins a finals de 1999, Amnistia Internacional va reportar el nombre de presos executats en 30 estats, que ascendia a 598. Només el 1999, l’Estat va ordenar l’execució de 98 presos, la major xifra registrada des dels anys cinquanta. Les autoritats nord-americanes han recorregut insistentment a la pena capital i ho han fet vulnerant repetides vegades les garanties mínimes internacionals.
Entre les violacions comeses està l’execució de discapacitats mentals, de delinqüents menors d’edat i de persones que no van comptar amb una defensa adequada en el judici. La gran majoria de les persones condemnades a mort als Estats Units són pobres i procedeixen en un percentatge desproporcionat de les minories racials i ètniques. El risc de condemnes errònies segueix sent elevat, i des de 1973 s’ha posat en llibertat a més de 80 presos condemnats a mort, després d’aparèixer proves sobre la seua innocència. Molts van estar a punt de ser executats quan els tribunals van intervenir en relació amb les seues reclamacions sobre condemnes injustes. Uns altres van ser executats tot i que hi havia seriosos dubtes sobre la seua culpabilitat.
El cas de Mumia i els esmentats casos d’errors judicials conviden a serioses reflexions sobre els estats i els seus sistemes judicials, sobre el paper de les forces de seguretat i sobre la força dels moviments socials. El 1995, sis agents de policia de Filadèlfia es van declarar culpables dels càrrecs de col·locació de drogues il·legals a sospitosos, del robatori de més de cent mil dòlars i de la falsificació d’informes.
La investigació sobre l’actuació d’aquests agents ha portat a l’excarceració de centenars d’acusats les condemnes van ser anul·lades pels tribunals d’apel · lació. També el 1995, dos agents de policia de Filadèlfia van ser condemnats a penes de presó d’entre cinc i deu anys per manipular proves contra uns joves. Des de 1993, la ciutat de Filadèlfia ha pagat aproximadament 27 milions de dòlars en més de 230 demandes contra la policia per conducta indeguda.
Però allò que cal destacar, 30 anys després que Mumia entrés a presó, és el paper que ha tingut la societat civil en la defensa dels drets humans i de la justícia. S’ha demanat senzillament un judici just per Mumia, sense jutges hostils i amb totes les garanties. No s’ha demanat la llibertat de Mumia perquè es considera que matar un policia no és delicte, sinó perquè el procés fou totalment irregular i perquè la pena de mort no hauria de ser pròpia d’un país democràtic.
Los Angeles, April 26: Initiated by the Partisan Defense Committee and Labor Black League for Social Defense, a united-front protest to free Mumia Abu-Jamal drew over 100 demonstrators. [photo credit: Partisan Defense Committee]
Mumia ha esdevingut tot un símbol internacional de la lluita contra el racisme, els muntatges polítics-policials i contra la pena de mort. Existeixen col·lectius en suport a Mumia a tot el món, i artistes com Chuck D (Public Enemy), Rage Against The Machine, Mos Def o Antiflag han participat en actes de suport o li han dedicat cançons. Però des del corredor de la mort Mumia no ha deixat mai de dir el que pensa, de denunciar la pobresa, la guerra i les mentides del govern. Gràcies a la intensa campanya dels grups en favor dels drets humans, Mumia podrà continuar sent una veu viva.